domingo, 11 de noviembre de 2018

El SOCORRO, MÁS ALLÁ DE LA HISTORIA


De contrastante belleza natural que cautiva los sentidos…
Donde  el panorama se pinta a su antojo con  pinceladas  de luz que  dejan apreciar la belleza escénica de su territorio multicultural,   expresiones  sin límite; donde la  alegría  contagia, los sabores…, atrapan y los saberes…, se conservan.
Así es Colombia… Delimitada por divergente geografía, que forja el carácter de su gente, tan particular como el paisaje en cada una de sus  regiones.
Detengamos la mirada en la rústica topografía del Departamento de  Santander, que alberga la joya CULTURAL E HISTÓRICA de la Provincia Comunera;  El Socorro - su capital - Pueblo Patrimonio de Colombia, terruño de particular hermosura, que conquista la mirada a su telón de fondo - La Serranía de los Yariguies, halo encantado que atrapa el corazón del visitante…
Caminos polvorientos que conducen a productivas veredas con aroma de café y caña, en donde laboriosos campesinos llevan a su espalda una carga de historia escrita por los comuneros de antaño.
Tradiciones que permanecen suspendidas en el tiempo y se atesoran como riqueza cultural; gastronomía  artes y  oficios,  heredados de sus aborígenes LOS GUANES.
Al calor de las bebidas ancestrales, como la chicha de maíz y el dulce guarapo de panela, se anima con música y danzas que describen las  vetustas costumbres de su gente.

Su agradable clima nos invita a recorrer las calles del  Pueblito Viejo de hermosa y variada arquitectura, que marca  épocas trascendentales desde su creación, pasando por cerca de 40 años de historia libertaria, con los Comuneros de 1781  a la firma de Independencia del  Yugo español el 10 de julio 1810, para  llegar al actual creciente desarrollo arquitectónico con sus huellas contemporáneas.






La encantadora ciudad del Socorro, adornada con un entorno de naturaleza desbordante,  bella flora y fauna nativa que conquista el corazón y  nos hace volar  como al espíritu del viajero…, con la promesa de regresar.

jueves, 1 de noviembre de 2018

DEL AZADÓN Y EL MACHETE AL TIPLE Y EL PINCEL

En este territorio de empinadas montañas, donde los hombres por cerca de 40 años de lucha entregaron sus vidas por la libertad de la patria, convirtiéndolo  en un pueblo de viudas y huérfanas que se levantaron de las cenizas para tomar las riendas de sus hogares, empuñando el azadón y el machete con valor y verraquera transformándose  en las doñas, las matronas, esas a las que llamamos bravas, así son las mujeres de mi región. Si BRAVAS, bravas para labrar los surcos y sembrar sobre sus penas haciendo florecer un campo nuevo, donde ahora se rasgan los tiples y  se aprieta el pincel para alegrar y colorear a nuestra hermosa tierra santandereana.